La integridad puede significar, en un sentido, «la calidad de ser honesto y tener principios morales fuertes», pero también puede significar «el estado de ser íntegro e indiviso» (DEO). La integridad es, por lo tanto, una cualidad tanto del individuo como de la comunidad. De hecho, la forma de integridad que nos interesa aquí, la integridad de la estructura social, no puede existir con solo una forma de integridad u otra, personal o comunitaria, sino que necesita ambas.